Agricultura Social Inclusiva

¿Qué es la Agricultura Social Inclusiva? Definición de Agricultura Social Inclusiva

La también conocida como Agricultura Social, Agricultura Asistencial o Agricultura de Inclusión Social, plantea la agricultura como un puente entre naturaleza y sociedad que facilite la adopción de prácticas agrícolas sostenibles a través del empoderamiento de colectivos con cierto grado de vulnerabilidad.

La Agricultura Social Inclusiva promueve el acercamiento de grupos, normalmente desfavorecidos o en riesgo de exclusión social, a las prácticas agrícolas, permitiendo el desarrollo personal y laboral de aquellos que la practican. Estos practicantes de la Agricultura Social Inclusiva pueden, a través de su trabajo, sentirse parte de la comunidad, aprendiendo un oficio y a su vez contribuyendo activamente, en términos de producción agrícola y buenas prácticas ambientales, a la sociedad.

A través de la Agricultura Social Inclusiva se consigue desarrollar en las personas involucradas, un sentimiento de realización personal y de pertenencia al grupo, que en muchos casos no habían experimentado antes.

Encina en finca de Agricultura Social Inclusiva
Encina en finca de Agricultura Social Inclusiva

En la actualidad este tipo de Agricultura Social Inclusiva tiene lugar en países desarrollados con colectivos desfavorecidos o con problemas de adaptación (personas con discapacidad física y/o mental, exconvictos, drogodependientes y víctimas de guerras y violencias…)

Por contra, la promoción de la Agricultura Social Inclusiva está todavía poco implantada en los países considerados en vías de desarrollo, es por ello que este tipo de agricultura para poder contribuir de forma global a la sociedad, debe ser poco a poco transferida a estos países.

En el viejo continente, hay varias experiencias en desarrollo, que pretenden establecer y consolidar proyectos relacionados con la Agricultura Social Inclusiva, en la que en muchos casos participan dando apoyo institucional o económico: gobiernos, ayuntamientos, fundaciones, ciudadanos y empresas, entre otros.

La Agricultura Social Inclusiva consigue no solo la producción de alimentos sanos y sostenibles, sino también apoyar y acompañar la integración, o reintegración, de aquellos colectivos socialmente excluidos o con dificultades de adaptación, contribuyendo así a la promoción de una sociedad más justa, tanto social como ambientalmente.